jueves, 9 de julio de 2009

¿Retroceso en la historia de Honduras?

Honduras ha sido gobernada, siempre (a excepción de regimenes militares), por los mismos dos partidos desde el siglo XIX: el partido Liberal y el partido Nacionalista (antes, conservador). Estos dos partidos, históricamente, al igual que en toda Centroamérica cuando aun existían, han sido protagonistas de diversas guerras en la región pero sus disputas han sido por cuestiones de forma no de objetivos. La acumulación mediante la explotación del pueblo hondureño es el objetivo que siempre han compartido.


Después de casi de dos siglos de estar transfiriéndose el poder los unos a los otros, la misma oligarquía hondureña vino a poner a una persona “de confianza” en el poder: hijo de un masacrador y además era un granjero reconocido, en pocas palabras, uno de ellos. Esta persona es el ahora famoso: Manuel Zelaya Rosales. Se puede discutir sobre las intenciones de las políticas del gobierno de Zelaya, sobre el intervencionismo del comandante Hugo Chávez, incluso sobre la legalidad de sus propuestas, en particular, la encuesta-referéndum que rebalso el vaso con agua; sin embargo lo que es obvio es que las acciones de Zelaya tocaron los intereses particulares de las minorías oligarcas hondureñas y estas reaccionaron de la peor manera posible, el golpe de Estado perpetuado por militares este 28 de junio.


En el círculo marxista se dice que el capitalismo puede permitir que los socialistas lleguen al gobierno formal, más nunca al poder real. De aquí la importancia de la organización del pueblo y de la construcción de las relaciones populares de poder, pero este tema lo desarrollare en otra ocasión.


Aun no puedo comprender las verdaderas causas para que se les ocurriera realizar un golpe de Estado, es que me parece tan improbable que la derecha hondureña (que como cualquier derecha tiene gente pensante) no se les haya cruzado por la cabeza que estos son otros tiempos y que la situación se iba a poner realmente difícil y complicada, en pocas palabras no vislumbro porque a siete meses de que Zelaya dejara la presidencia realizan un golpe de Estado. Pueden haber tres opciones: la primera es que efectivamente Zelaya tenia un as bajo la manga y podía lograr la reelección aun cuando los candidatos de los dos partidos principales ya estaban y cuando la encuesta no tenia un carácter vinculante ni legal de ningún tipo, claro quizás les dio miedo que se viera reflejada de manera contundente la voluntad soberana del pueblo de Honduras favorable para la colocación de la cuarta urna.


La segunda es una opción que publico Telesur sobre la posibilidad de algunos mandos militares estadounidenses, incluida la CIA, debido a un eventual cierre de la base militar estadounidense “Soto Cano” en Honduras. No esta de más decir, que de hecho la presencia de esta base es ilegal según la constitución hondureña…esa famosa constitución “perfecta” de la discordia. La tercera opción es lo que yo llamaría “la perdida del razón” de la derecha hondureña, simplemente no les cupo en la cabeza como relativamente de la noche a la mañana existía un gobierno de izquierda al interior de un país que ni siquiera cuenta con un partido fuerte de izquierda.


Aun así, hay algo rescatable de todo esto: la posición contundente de la comunidad internacional condenando y repudiando el golpe de Estado. Al menos esto nos muestra que “los tiempos han cambiado”, al menos si hay grandes poderes externos que dan su apoyo al gobierno de facto, hoy no dan la cara tan fácilmente. En Honduras, también ha habido algo “rescatable”: el país se ha polarizado tanto que los políticos y las personalidades hondureñas, así como de la región, han mostrado su verdadera cara. Son plausibles las palabras de la presidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner, que dijo en la conferencia de prensa realizada en el aeropuerto de Comalapa de El Salvador, que ella no andaba apoyando a Zelaya sino a todos nosotros, como pueblo latinoamericano, y a nuestros descendientes.


Con respecto al papel de la prensa, en Honduras, es lamentable ver que los medios de comunicación alternativos han sido silenciados y que uno de los periódicos más fuertes de Honduras (El Heraldo) incluso miente en su portal informático y retoca imágenes para aparentar marchas “multitudinarias” a favor del gobierno de facto presidido por Micheletti. Solo me pongo a pensar que ese mismo papel que esta jugando el Heraldo en Honduras lo estaría jugando el Diario de Hoy en nuestro país. En cuanto a la prensa internacional, es admirable el trabajo realizado por la cadena venezolana multiestatal Telesur, como dice el mismo Paolo Lüers (famoso periodista y analista de derecha en El Salvador): “si no fuera por Telesur no podríamos saber nada de lo que pasa en Honduras”. El trabajo de Telesur es admirable independientemente de su línea editorial.


Quisiera seguir comentando sobre otras cuestiones, como la reacción de la derecha de la región en especial la salvadoreña y la guatemalteca, la restricción comercial de 48 horas que le impuso el CA-4 a Honduras, o la postura de la iglesia católica en Honduras encabezada por el cardenal Rodríguez Maradiaga, etc. Aun así, hay que decirlo, la reacción del ex-candidato presidencial de ARENA, Rodrigo Ávila, en nuestro país; y lo cito textualmente de una entrevista que brindo al periódico digital “El Faro” cuando se le pregunta que si existe una justificante para el golpe de Estado. Estas fueron sus palabras: “Al final creo que hay un justificante y no podemos negar que está una Corte Suprema de Justicia, un congreso en pleno, una fiscalía y una procuraduría de los derechos humanos que están en sintonía” . Claro, pero todas esas instituciones son parte de la misma clase política en Honduras, ¿Son realmente representativas? En fin, que suerte que Rodrigo Ávila no es presidente.


Esto también lo quería comentar, las palabras del coronel hondureño Bayardo Inestroza en una entrevista brindada a “El Faro”: “Difícilmente nosotros, con nuestra formación, podemos tener relación con un gobierno de izquierda”. Y esto se vuelve un problema cuando el ejército hondureño tiene un poder considerable, debido a que nunca fue “debilitado” debido a acuerdos de paz como en el caso de El Salvador. Vale la pena decir que la formación de la mayoría de los militares golpistas fue en la Escuela de las Américas y que Honduras fue utilizada casi en su totalidad como base contra el sandinismo en Nicaragua en los tiempos de la contra.


Mi punto es que al menos toda la gente que fue a querer recibir a Zelaya y toda la gente que lo apoya no se encuentra representada por el sistema político hondureño, esperemos que de las negociaciones que se llevaran a cabo en Costa Rica o en todo caso de la necesidad en la que se ha visto el pueblo hondureño de organizarse, pueda surgir un partido fuerte de izquierda en Honduras. Esto en nuestro país costo más de una década de guerra y casi dos décadas de espera para llegar al gobierno, sin embargo esta por verse que tanto se puede hacer ya que como ya había comentado antes: el gobierno formal no es igual al poder real. En fin, la pregunta es ¿fue un atraso para Honduras? o simplemente es que ¿era un paso necesario para que el pueblo hondureño tome conciencia, se organice y se logre por fin renovar la clase política, yo diría anticuada, de Honduras?. En cuanto a las intenciones de Micheletti y Zelaya para “dialogar” en Costa Rica son claras las intenciones: Zelaya quiere volver y terminar su periodo presidencial y Micheletti quiere negociar SU amnistía y a la de sus secuaces debido a todos los crímenes que han cometido. Yo espero que los golpistas sean juzgados y que esto sirva para que madure la clase política hondureña y con ella su democracia, lastima que para eso tenga que correr sangre por las calles de la hermana republica de Honduras.

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