En el contexto de un gobierno de izquierda en nuestro país, cabe preguntarse sobre la necesidad de la organización popular y los objetivos que esta debería de cumplir. En este breve articulo desarrollare esta temática desde el punto de vista de las relaciones populares de poder y la importancia de los cambios en un sentido distinto al del socialismo real, cambios de abajo hacia arriba o más bien cambios que se forman en las entrañas de la estructura económica y pretenden expandirse hacia todo el sistema con el objetivo de transformarlo de manera radical.
La importancia de la construcción de relaciones populares de poder radica en que se debe formar toda una red de poder popular bien organizada y consolidada para hacerle frente a las relaciones burguesas de poder, para comprender mejor esta cuestión hay que hablar un poco sobre las relaciones de poder. En una sociedad existe siempre una relación de distintos poderes que persiguen de manera consciente o inconsciente los mismos fines, es decir están guiados por una misma racionalidad, como por ejemplo las relaciones burguesas de poder están guiadas por la misma racionalidad capitalista del costo-beneficio.
Los distintos poderes dentro de una relación de poder dentro de una sociedad son los siguientes: poder ideológico, poder cultural, poder del conocimiento, poder mediático, poder económico, poder social, poder político, poder jurídico y el poder militar. No es de mi interés en este momento desarrollar el papel de estos poderes dentro de nuestra sociedad sino recalcar que aunque el FMLN (este haciendo las cosas bien o no…) este en el “poder” debemos preguntarnos dentro de cual esfera tiene el poder y si lo posee total o parcialmente. Según lo visto el FMLN aun con el gobierno solo posee poder al menos en un 50% en el ámbito político y a su vez también posee algún tipo de poder dentro de otros ámbitos como el social o el jurídico, sin embargo lo que queda claro es que el frente tiene muy poca incidencia dentro de estas relaciones y que si en dado caso realizaran presiones en contra de otras esferas del poder estas reaccionarían de manera contundente, incluso se podría dar lo que sucedió en Honduras.
Desde mi perspectiva, la organización popular debería tener entonces dos objetivos, de los cuales el primero es fundamental y constante: 1- construir una base solida de relaciones populares de poder para hacerle frente a las relaciones burguesas de poder y 2- jugar un papel de vigilante de las políticas del gobierno de Mauricio Funes. La importancia del primer objetivo es tal que yo me atrevería a decir que el mismo FMLN debería estar organizando a la gente para que siempre los cambios se den de abajo hacia arriba que aunque es a más largo plazo, la historia ha demostrado que son mucho más eficaces. Debería existir, aprovechando la oportunidad de el frente a la cabeza del poder político, una retroalimentación de abajo hacia arriba y viceversa para fortalecer las organizaciones populares.
Ahora bien, el tipo de organización debería de contar con un alto grado de formación crítica y debería también trascender a las bases del partido que se han estancado en el dogmatismo y conformismo. Claro está, este dogmatismo y conformismo no es inculcado de manera casual, sino que de manera deliberada en parte porque a un gobierno, sea cual sea, no le es muy conveniente tener un pueblo organizado y bien formado, ya que ante una cuestión de continuismo como el que creo que estamos viviendo, el pueblo no tiene ni la organización necesaria, ni la formación adecuada para hacer valer sus derechos.
Para terminar, debo decir que si verdaderamente este es un gobierno del cambio, pero no solo del cambio de caras sino de un cambio real incluso revolucionario pues no debería de tener miedo a la organización popular e incluso la debería de fortalecer en su lucha por construir las relaciones populares de poder capaces de encarar a las relaciones burguesas de poder.